Con mucho que decir y que aportar.
Una juventud activa, participativa, comprometida socialmente, solidaria y, sobre todo, una juventud de presente y con mucho futuro por vivir.
La pandemia de la COVID-19 nos ha cambiado la vida en muchos sentidos. En estos días vemos normal cambiarnos de acera porque no queremos cruzarnos con un grupo de adolescentes que viene de frente, o criminalizar a toda una generación durante meses en medios de comunicación, intervenciones políticas o en las propias redes sociales, solicitando una responsabilidad que se piensa que adolescentes y jóvenes en su totalidad han perdido, o peor aún, que nunca han tenido.
Las personas jóvenes, al igual que sectores de la población de otras edades, han cumplido con las medidas marcadas por las autoridades y, al igual que en otros sectores de la población, también ha habido quien no ha cumplido. Y por ello nos preguntamos, ¿por qué se focaliza esta irresponsabilidad, especialmente, en adolescentes y jóvenes?
Esta criminalización hacia la juventud está consiguiendo aumentar la brecha generacional ya existente en la población. Y como sociedad, perdemos.
La pandemia ha transformado a España en uno de los países con la mayor tasa de paro juvenil de toda la OCDE. La tasa de emancipación juvenil, relativa al porcentaje de personas de 16 a 29 años que residen en un hogar diferente al de su origen, cerró el año 2020 con el peor dato desde 1999. Empleo y vivienda, los pilares básicos para la construcción de proyectos vitales, están agrietados en España y, muy especialmente, para las personas jóvenes.
Pero pedimos responsabilidad a adolescentes y jóvenes.
Escuchar continuamente la expresión “la juventud es el futuro” hace que nos olvidemos de que la juventud debe vivir también el presente, sin reducir a una mera transición sin importancia una de las épocas más intensas de la vida.
«+» porque creemos firmemente que las personas jóvenes suman y no restan.
+JÓVENES quiere aprender a mirar a la juventud en positivo. Así de fácil y así de sencillo. Mirar a adolescentes y jóvenes y ser capaces de ver todo lo positivo que están aportando a la sociedad.
¿Quieres verlo?
La música es el motor de la alegría e influye positivamente en el estado de ánimo y en la salud de las personas. Carlos (24 años), Dani (18 años) y Marta (32 años) no se lo pensaron dos veces cuanto se les presentó la ocasión durante el confinamiento y regalaron música desde sus ventanas o en las calles vacías.
+ENERGÍA es la expresión que más puede definir a la juventud, un torrente de buenas vibraciones con las que contagiar al resto de la población.
Marta Díez
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Carlos Lázaro
de 24 años, decidió compartir sus ensayos de música con el piano abriendo las ventanas para que escuchase todo el vecindario, como la gente le seguía pidiendo más actuaciones, comenzó a actuar en directo a través de las redes sociales y notaba como la gente que le escuchaba se animaba con su música.
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Daniel Ramos
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El confinamiento, y posteriormente la vida social durante la COVID-19, se ha vinculado a un mayor consumo de tecnología en sus diferentes formatos, generando una preocupación en el entorno familiar por un uso excesivo de ellas entre adolescentes y jóvenes así como de las posibles consecuencias que podrían derivarse.
+CONEXIÓN nos acerca las historias de Sandra (22 años) y Ángela (23 años), que han aprovechado internet y las posibilidades de las redes sociales para poner en marcha iniciativas de ayuda a otras personas.
Ángela Luengo
de 23 años, decidió que, ya que estaba confinada en casa, podría aprovechar para mostrar a través de Twitch como dibuja. A partir de ahí nació una comunidad de artistas en la que, además de ayudarse mutuamente a mejorar sus estilos y técnica, promueven proyectos conjuntamente. El confinamiento también fue el punto de partida para decidirse a publicar un cómic, sueño que perseguía desde hacía tiempo.
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Sandra Bastián
de 22 años, puso en marcha junto con una compañera de estudios, María José Morillas, un blog y diferentes redes sociales con información sobre psicología del deporte. Empezaron a compartir información contrastada, curiosidades, consejos para llevar mejor la pandemia, incluso entrevistas a deportistas contrastados, con el único fin de compartir información para quién lo pudiera necesitar y para ayudar a deportistas que por la pandemia tenían que cambiar totalmente de hábitos y de vida.
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Laura (18 años) y Lidia (30 años) tuvieron claro que un poco de cada una suma mucho para quien lo necesita y, sin pensarlo dos veces, con los recursos y habilidades de cada una, se pusieron a colaborar con sus vecinos, familia y comunidad para que los efectos de la pandemia fueran menos negativos.
+COMUNIDAD es la necesidad del bien común, de la socialización, del vivir en comunidad frente a vivir desde el individualismo.
Lidia Martín
de 30 años, cuando todo el mundo estaba buscando una mascarilla porque se habían agotado y había auténtica escasez, decidió poner solución y se puso a confeccionar mascarillas bordadas para las personas cercanas que lo pudieran necesitar.
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Laura Esteban
de 18 años de edad, tuvo claro que debía hacer lo posible por ayudar a las personas mayores durante el confinamiento con algo que ella pudiera hacer y que supusiera que otras personas, como sus abuelos, no se expusieran al virus. Así que se decidió a realizar periódicamente la compra a las personas mayores de su comunidad y a sus abuelos.
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Los protagonistas de +VIDA, Álvaro (21 años) y Mario (32 años), nos muestran su compromiso con el planeta, con el cuidado hacia los seres vivos y por el respeto por la naturaleza.
Según el “Informe Juventud en España 2020” elaborado por el INJUVE, el 76% de las personas encuestadas de entre 14 y 29 años presenta mayor sensibilidad hacia políticas y actitudes medioambientalistas. Un 47% considera que el cambio climático es el problema más importante de nuestro país, frente al 17% de interés que genera este tema entre personas adultas mayores de 29 años.
Sin lugar a dudas, la juventud está movilizada y unida en la lucha por un mundo más justo en todos los sentidos y, especialmente, por un mundo más sostenible en el que el cuidado y la protección del medio ambiente sea una prioridad.
Mario Martín
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Álvaro Casaux
de 21 años, es un amante de la naturaleza y de los animales, por ello, en su tiempo libre, ha decidido salvar la vida de todo tipo de animales que quedan atrapados, sobre todo en charcas trampa, rescatándolos y liberándolos.
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Una juventud innovadora está intentando dar respuesta a las necesidades actuales a través de diversas iniciativas digitales como apps, que han sido puestas en marcha desde el inicio de la pandemia.
Nuestra protagonista de +COMPROMISO, Beatriz (21 años), ha conseguido comprar productos frescos destinados a familias necesitadas a través de “Tejiendo Lazos”, un crowdfunding para captar donaciones.
Beatriz Pérez-Hernández
de 21 años, puso en marcha el crowdfunding “Tejiendo Lazos” con el fin de recaudar dinero para comprar alimentos frescos a las familias que se encuentran en una situación de necesidad.
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